"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro"
2.ª Pedro 1:19

domingo, 13 de julio de 2008

El hombre a quien Dios utiliza

""El hombre a quien Dios utiliza""

Una cosa he demando esta buscaré que esté en la casa de Jehová todos los días de mi vida para contemplar su hermosura para inquirir en su TEMPLO…´´
sal.27:4

Pero tengo contra ti que has dejado tu primer AMOR

El peligro supremo con que se enfrenta cada cristiano es el de contentarse con algo menos de lo mejor ¿Se contenta un marido con el amor parcial de su esposa? ¿Se contenta una esposa con el amor parcial de su esposo? ¿Se contenta un padre o madre con el amor parcial de sus hijos? ¡Cuanto menos esta Dios satisfecho con uno de nosotros que es solo un cristiano parcial

¡El fracaso final y total de Demas fue cuando se dejo atraer por algo que era legitimo ,pero que le distrajo de concentrar todos sus poderes en el objetivo supremo de la causa de Cristo. En vez de seguir dando la preeminencia empezó a darle menos prominencia y dejar que el mundo tenga un poco de afecto en su corazón. Nunca tenía intención de abandonar a su colega Pablo. No tenía intención de abandonar el servicio cristiano. Pero el mundo es un compañero peligroso, aun cuando no tengamos intención de ir mas allá, pronto nos absorbe más y más nuestro tiempo , nuestros pensamientos y cuando mas le damos mas toma, y así Cristo queda arrinconado , hasta que ya no tiene mas preeminencia ni prominencia , sino solo un lugar en nuestras vidas. Al fin le privamos incluso de esto.

Cuando uno empieza a preocuparse desmedidamente de las cosas de la tierra, la vida cristiana pasa a ser de segundo orden, mediocre inferior a lo mejor.
P.Wood


Dios había Dicho a una de sus iglesias:`` Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor’’ y puede que nos esté diciendo tambien asi a nosotros.

Muchas veces decimos amar a Dios pero sin embargo: ¿que importancia le damos a este amor a El, en nuestra vida?

Había muchas cosas importantes en efeso, aun para los creyentes, Efeso era una adinerada ciudad comercial, y ofrecía una multitud de posibilidades. En el transcurso del tiempo, los negocios, el trabajo, los pasatiempos comenzaron a ocupar el primer lugar en la vida de los creyentes. ¿Estas tú también a punto de dar el primer lugar en tu vida a otra cosa , dejando el primer amor?

El primer amor no es otra cosa que la disposición a sufrir . Sufrir es algo más grande que actuar. La importancia más sublime del grano de trigo no la tiene el grano como tal , sino que está en que el grano muera .``primer amor ´´ quiere decir : tener un ``sí ´´ practico en cuanto a morir juntamente con cristo .

Ahora ¿ que posición de importancia ocupa en tu corazón el amor a Jesús? `` Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor’’ preguntémonos cuantas cosas vanas ocupan lugares preeminentes en nuestra vida: la t.v , el dinero , la comodidad, ¿cuales de ellas?
autor: W.malgo con modificaciones.

Cierta vez he elevado esta oración. `` Señor has de mi un hombre según tu voluntad ´´. El trabajo desapareció de ante mis ojos; cosas que hasta entonces me habían parecido tan importantes, perdieron su valor, todo aquello en lo cual había tenido vivo interés, pasó a ocupar segundo lugar en mi vida, lo único que me pareció valedero en ese momento fue mi vida interior tal como ella aparecía delante de Dios .Eso fue lo único que me pareció valer la pena.

Comprendí como no lo había comprendido antes que lo grande no era la obra que estaba haciendo ni lo libros que había escrito, ni los sermones que predicaba, sino la clase de vida que vivía, los pensamientos que pensaba, el corazón santificado, en una palabra, ‘mi transformación’ por medio del espíritu santo de modo que yo pudiera ser semejante a cristo.

Desde ese momento tuvieron para mí, nuevo y más profundo significado, que no habían tenido antes, estas palabras: `` la comunión intima de Jehová es con los que le temen ´´ `` seguid la paz con todos y la santidad sin la cual nadie verá al señor ´´ Partió de lo mas hondo de mi alma un sincero clamor anhelante de llegar a disfrutar de esa gracia, y dije: `` ¡a fin de conocerle! ´´ Así oró el gran apóstol. ``Cristo en vosotros ´´, dijo en otra ocasión. Después añadió: `` Cristo vive en mi ´´. Si Noe anduvo con Dios; David anduvo con Dios, ¿No podré hacerlo yo? ¿No valgo mas para Dios que el trabajo que hago? Lo que Dios quería, era a mí, no tanto los servicios que pudiera prestarle.

Mientras oraba me vinieron a la memoria estas palabras:

Así que hermanos os ruego por la misericordia de Dios que presentáis vuestros cuerpos en sacrificio vivo santo agradable a Dios que es vuestro culto racional, y no conformáis a este siglo, sino reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cual sea la buena voluntad de Dios agradable y perfecta ´´ (Ro. 12:1-2).

Después recordé estas otras. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias…; antes presentaos a Dios como vivo de entre los muertos...´´

Pude ver que lo que Dios exigía era mi atención indivisa, todo lo demás debía ocupar segundo sitio. Las amistades, el hogar, el dinero, el trabajo-todo, aun aquello que legítimamente pudiera exigir mi atención-

Todo tenía que quedar a un lado y darme totalmente a cristo. Mi atención indivisa debía darla a Jesús de día y de noche. Dios debía ser el primero en todo. Esa debía ser mi actitud para con él .Solo entonces podría el bendecirme y emplearme. Solo así podría satisfacer todos los de su amoroso corazón. Quedé convencido que de lo que atañe a mis relaciones nadie ni nada debía interponerse. Solo así mi comunión con Dios seria completa.

Es esto, lo que Dios nos pide a todos por igual. ¿Le negaremos lo que le corresponde? ¿Hay algo en el mundo digno de privarle a El de la atención que reclama? ¿Porque dejar dejamos de darle lo que pide? ¿Se puede encontrar verdadero gozo en una comunión superficial? ¿Nos pueden satisfacer las cosas del mundo? ``la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee ´´ (Lc 12: 15). ``Dios nos ha hecho para sí ´´. El quiere disfrutar de nuestra plena devoción y comunión. Lo que El quiere, es que andemos con él minuto tras minuto, ¿No tenemos temor de decepcionarle, no contando con su aprobación?
autor: J.Smith
Libro: `` EL hombre a quien Dios Utiliza



El hombre a quien Dios utiliza, es aquel que no tiene otro deseo como el de estar siempre cerca de El; es aquel que le da todas las atenciones, y esfuerzos, amándole a El por encima de todo.

David, quien llegó a ser el hombre conforme al corazón de Dios, fue el que tuvo ese sentir:


`` ¿A quien tengo yo en los cielos sino a ti? y fuera de ti nada deseo en la tierra. ´´
SAL 73:2

``DIOS, Dios mío eres tu; de madrugada te BUSCARÉ;
MÍ alma tiene sed de ti mi carne te ANHELA ´´
Sal 63:1


Si David luego de sus traspiés, pudo ser conforme al corazón de Dios, ¿Por qué no hemos de poder serlo cualquiera de nosotros?

`` Solo aquellos que pasan mucho tiempo en la presencia de Dios pueden llegar a ser hombres conformes a su corazón, Solo aquellos que le dan toda su atención sin distracción de ninguna especie, llegan a conocerle real y verdadera.´´

Para conseguir que Jesús nos dé lo mejor que quiere darnos, nosotros por nuestra parte, debemos darle lo mejor que tengam0os. Para ser hombres y mujeres según los deseos de su corazón debemos, de nuestra parte, darle nuestra atención integra sin divisiones de ninguna especie. ‘Para triunfar debemos rendirnos’. ‘Para vivir debemos morir’.


J.Smith con algunas modificaciones

Declaración de Fe

1. Las Sagradas Escrituras

Creemos que las Sagradas Escrituras, que consisten del Antiguo y el Nuevo Testamento, son la Palabra de Dios verbalmente inspiradas, la autoridad final para la fe y la vida, inerrante en su idioma original, infalible e inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16-17; 2Pedro 1:20-21; Mateo 5:18; Juan 16:12-13).

2. Dios.

Creemos en un solo Dios, eternamente existente en tres personas—Padre, Hijo y Espíritu Santo —co-eternos en su ser, co-idénticos en naturaleza, co-iguales en poder y gloria, teniendo los mismos atributos y perfecciones (Deuteronomio 6:4; 2 Corintios 13:14).

3. La Persona y la Obra de Cristo.

a. Creemos que el Señor Jesucristo, el eterno Hijo de Dios, se hizo hombre, sin dejar de ser Dios, siendo concebido por el Espíritu Santo y nacido de la virgen María, para revelar a Dios
y redimir al hombre pecador (Juan 1:1,2,14; Lucas 1:35).

b. Creemos que el Señor Jesucristo consumó nuestra redención por su muerte en la cruz como un sacrificio sustitutorio, vicario y representativo; y que nuestra justificación está asegurada por Su resurrección de los muertos física y literal (Romanos 3:24,25; 1 Pedro2:24; Efesios 1:7; 1 Pedro1:3-5).

c. Creemos que el Señor Jesucristo ascendió al cielo y está ahora exaltado a la diestra del Padre, donde, como nuestro Gran Sumo Sacerdote, cumple el ministerio de Representante, Intercesor y Abogado (Hechos 1:9,10; Hebreos 9:24; 7:25; Romanos 8:34; 1 Juan 2:1-2).

4. La Persona y la Obra del Espíritu Santo.

a. Creemos que el Espíritu Santo es una persona que convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio y que es el Agente Sobrenatural en la regeneración, bautizando a todos los creyentes en el cuerpo de Cristo; mora en el creyente, el cual es sellado con el Espíritu Santo para el día de la redención (Juan 16:8-11; 2 Corintios 3:6; 1 Corintios 12:12-14; Romanos 8:9; Efesios 1:13-14).

b. Creemos que el Espíritu Santo es el Maestro Divino que guía al creyente a toda verdad; y que es el privilegio y la responsabilidad de todos los salvos ser llenos del Espíritu (Juan 16:13;
1 Juan 2:20,27; Efesios 5:18).

5. La total depravación del hombre.

Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero por causa del pecado de Adán, la raza cayó, heredó una naturaleza pecaminosa y llegó a estar alienada de Dios; que el hombre está totalmente corrompido y que es absolutamente incapaz de remediar por si mismo su condición perdida (Génesis 26-27; Romanos 22-23; Efesios 1:1-3,12).

6. Salvación.

Creemos que la salvación es un don de Dios, que ÉL concede al hombre por gracia y que es recibido por fe personal en el Señor Jesucristo, cuya preciosa sangre fue derramada en el lugar de la Calavera para el perdón de nuestros pecados (Efesios 2:8-10; Juan1:12; Efesios 1:7; 1 Pedro 1:18-19).

7. La Eterna seguridad y Certeza del Creyente.

a. Creemos que todos los redimidos, una vez salvos, son guardados por el poder de Dios, por lo cual están seguros en Cristo para siempre (Juan 6:37-40; 10:27-30; Romanos 8:1, 38,39; 1 Corintios 1:4-8; 1 Pedro 1:5).

b. Creemos que es el privilegio de los creyentes regocijarse en la certeza de su salvación por el testimonio de la Palabra de Dios; el cual, sin embargo, prohíbe claramente usar la libertad cristiana como ocasión para la carne (Romanos 13:13-14; Gálatas 5:13; Tito 2:11-15).

8. Las dos Naturalezas del Creyente.

Creemos que toda persona salva posee dos naturalezas, habiéndose hecho provisión para que la nueva naturaleza tenga victoria sobre la vieja naturaleza por el poder del Espíritu Santo que mora en el creyente; y que toda afirmación en cuanto a la erradicación de la vieja naturaleza en esta vida, debe ser rechazada, por no ser conforme a las Escrituras (Romanos 6:13; 8:12-13; Gálatas 5:16-25; Efesios 4:22-24; Colosenses 3:10; 1 Pedro1:14-16; 1 Juan 3:5-9).

9. Separación.

Creemos que todos los salvos deben vivir de una manera tal, que no traigan reproche sobre su Salvador y Señor; y que Dios requiere separación de toda apostasía religiosa, de todos los placeres mundanos y pecaminosos, como también sus prácticas y asociaciones (2 Timoteo 3:1-5; Romanos 12:1-2; 14:13; 1 Juan 2:15-17; 2 Juan 9-11; 2 Corintios 6:14-7:1).

10. Misiones.

Creemos que es la obligación de todos los salvos dar testimonio, por medio de la vida y por la palabra, acerca de la verdad de las Sagradas Escrituras y dar a conocer el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15; Hechos 1:8; 2 Corintios 5:19-20).

11. El Ministerio y los Dones Espirituales.

a. Creemos que Dios es soberano en la dispensación de todos Sus dones; y que los dones de evangelistas, pastores y maestros son suficientes hoy en día para el perfeccionamiento de los santos; y que el hablar en lenguas y el obrar señales y milagros cesó gradualmente a medida que fue completado el Nuevo Testamento y su autoridad fue establecida (1 Corintios 12:4-11; 2 Corintios 12:12; Efesios 4:7-12).

b. Creemos que Dios escucha y contesta la oración de fe a favor de los enfermos y afligidos de acuerdo a SU voluntad (Juan 15:7; 1 Juan 5:14-15).

12. La Iglesia.

a. Creemos que la Iglesia, que es el cuerpo y la desposada novia de Cristo, es un organismo espiritual compuesto por todas las personas nacidas de nuevo en esta presente edad (Efesios 1:22-23; 5:25,27; 1 Corintios 12:12-14; 2 Corintios 11:2).

b. Creemos que el establecimiento y la permanencia de iglesias locales se enseña y define claramente en las Escrituras del Nuevo Testamento (Hechos 13:27, 20:17, 28-32; 1 Timoteo
3:1-13; Tito 1:5-11).

13. Ordenanzas.

Creemos que hay dos ordenanzas que son las más importantes que todo cristiano debe observar, a saber, el bautismo en agua y la Cena del Señor. Aunque reconocemos que el bautismo en agua no tiene valor salvífico alguno, es nuestra convicción que después de ser salvo, el bautismo es el próximo paso del creyente, para dar testimonio ante el mundo de su identificación con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección. Estamos convencidos que el método bíblico del bautismo es por inmersión. Creemos que Jesucristo instituyó la Cena del Señor para conmemorar Su muerte hasta que ÉL venga. Creemos además que el bautismo en agua se observa sólo una vez y es una señal de identificación y testimonio de la novedad de vida, pero la Cena del Señor es conmemorativa y ha de observarse a menudo en memoria del cuerpo y la sangre derramada de nuestro Señor Jesucristo. La Cena del Señor debe estar abierta para todos los creyentes nacidos de nuevo (Romanos 6:4; Colosenses 2:9-13; Mateo 28:19; 1 Corintios 11: 23-33).

14. La Personalidad de Satanás.

Creemos que Satanás es una persona, el autor del pecado y la causa de la caída; que él es el enemigo abierto y declarado de Dios y del hombre; y que será castigado eternamente en el lago de fuego (Job 1:6-7; Isaías 14:12-17; 2 Corintios 4:3-4; 1 Pedro 5:8; Mateo 4:2-11; 25:41; Apocalipsis 20:10).

15. Dispensacionalismo.

Creemos en el método dispensacional de interpretación bíblica, pero rechazamos la enseñanza extrema conocida como ultra-dispensacionalismo, que se opone a la Mesa del Señor o al bautismo en agua como un medio, conforme a las Escrituras, de testimonio para la iglesia en esta edad (Mateo 28:19-20; Hechos 2:41-42; 18:8; 1 Corintios 11: 23-26).

16. La Segunda Venida de Cristo.

Creemos en esa “esperanza bienaventurada”, la personal, inminente, premilenial y pretribulacional venida del Señor Jesucristo por sus redimidos; y Su posterior regreso a la tierra con Sus santos, para establecer Su reino milenial (1 Tesalonicenses 4:13-18; Zacarías 14:4-11; Apocalipsis 19:11-16; 20:1-6; 1 Tesalonicenses 1:10; 5:9; Apocalipsis 3:10; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51-52; Juan 14:1-3).

17. El Estado Eterno.

a. Creemos en la resurrección del cuerpo de todos los hombres, los salvos para vida eterna y los inconversos para juicio y castigo eterno (Mateo 25:46; Juan 5:28-29; 11:25-26; Apocalipsis 20:5, 6, 12, 13).

b. Creemos que las almas de los redimidos están, a la muerte, ausentes del cuerpo y presentes con el Señor, donde en consciente bienaventuranza esperan la primera resurrección, cuando espíritu, alma y cuerpo serán reunidos, para ser glorificados para siempre con el Señor
(Lucas 23:43; Apocalipsis 20:4-6; 2 Corintios 5:8; Filipenses 1:23; 3:21; 1 Tesalonicenses 4:16-17).

c. Creemos que las almas de los incrédulos permanecen, después de la muerte, en consciente miseria hasta la segunda resurrección, cuando con alma y cuerpo reunidos aparezcan ante el Juicio del Gran Trono Blanco, y sean lanzados al Lago de Fuego, no para ser aniquilados, sino para sufrir un consciente y eterno castigo (Lucas 16:19-26; Mateo 25:41-46; 2 Tesalonicenses 1:7-9, Judas 6-7; Marcos 9:43-48, Apocalipsis 20:11-15).

LA SALVACIÓN

Tal Como Es Enseñada En La Biblia

El propósito de este estudio es ver lo que Dios ha dicho acerca de la salvación. No es suficiente leer solamente estas afirmaciones. Rogamos que se tome el tiempo de buscar cada referencia en la Escrituras para ver por sí mismo que la Biblia enseña realmente estas verdades. Le animamos a ser como aquellos que son descritos en Hechos 17:11:“Y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así”.

¿Quién es Dios?
El Dios vivo es SANTO (Isaías 6:3; 57:15; 1 Pedro 1:15; Apocalipsis 4:8), por lo cual ÉL está absolutamente apartado y separado de todo lo que es pecaminoso (Isaías 59:2; Salmo 24:3-4; Isaías 6:3-5). La Biblia me enseña que Dios, en Su absoluta santidad y en Su inagotable misericordia, ha provisto un camino para que yo pueda ser salvo y para que pueda llegar al pleno conocimiento de la verdad (Juan 14:6; 1 Timoteo 2:3-6).¿Quién soy yo?Yo soy un pecador perdido (Salmo 14:1-3; Romanos 3:10-18, 23; Isaías 53:6; Salmo 51:5; 1 Reyes 8:46) y mi corazón es engañoso y perverso (Jeremías 17:9-10; Marcos 7:20-23; Mateo 7:11). De modo que soy culpable ante el Juez justo de toda la tierra (Romanos 3:19) y estoy bajo la ira y la condenación de un Dios santo (Romanos 1:18; 2:1-9; Juan 3:18, 36).

¿Qué merezco?
Por causa de mi condición pecaminosa y malvada yo merezco la pena de muerte (Ezequiel 18:4; Génesis 2:17; Romanos 1:32; 6:23) la que incluye la eterna separación de Dios y el eterno castigo por Dios; aún el lago de fuego, que fue preparado para el diablo y sus ángeles (2 Tesalonicenses 1:8-9; Mateo 25:41, 46; Marcos 9:42-48; Apocalipsis 20:11-15; 21:8).

¿Qué es el Evangelio (Buenas Nuevas)?
Por causa de Su maravilloso amor y misericordia, Dios envió a Su amado Hijo al mundo (Juan 3:17; Mateo 1:21-23; Lucas 19:10; 1 Timoteo 1:15). El Señor Jesucristo, quien es el eterno Dios (Juan 1:1; Isaías 7:14; 9:6; Miqueas 5:2; Tito 2:13) y el Creador de todas las cosas (Juan 1:3; Colosenses 1:13-16), murió en la cruz en MI lugar y como MI Sustituto y así pagó la pena de muerte por mi (Isaías capítulo 53; Romanos 5:6-8; 1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21; Gálatas 1:4; 1 Pedro 2:24; 3:18; 1 Juan 2:2; 3:16; 4:10). Él también resucitó de los muertos como comprobación de que Dios el Padre estaba complacido y satisfecho de que la pena de muerte fue plenamente cancelada por Dios el Hijo (1 Corintios 15:4-20; Romanos 4:25) y para demostrar que ÉL (Jesucristo) era y es todo lo que ÉL aseguraba ser (Romanos 1:4).¿Qué debo hacer para ser salvo?En vista de quién es Cristo y lo que ÉL ha hecho en la cruz por mi, es responsabilidad mía creer en el Señor Jesucristo (Hechos 16:30-31; Juan 3:16, 18, 36). Esto significa que yo debo venir a Cristo (Juan 6:35-37) y recibirlo como mi personal Salvador y Señor (Juan 1:12; Romanos 6:23), comprendiendo y creyendo los siguientes hechos:El Señor Jesús es el único Salvador (Hechos 4:12; Juan 10:9; 14:6). No hay salvación fuera de ÉL.El Señor Jesús murió y resucitó para mi salvación (1 Tesalonicenses 4:14; 1 Corintios 15:3-4; Romanos 10:9).El Señor Jesús puede salvarme (Hebreos 7:25; Isaías 59:1; Mateo 19:24-26).El Señor Jesús quiere salvarme (Juan 6:37; compare con 1 Timoteo 2:4).El Señor Jesús me salvará si yo confío en ÉL Y solo en ÉL como mi Salvador (Juan 3:16).También debo darme cuenta de que no soy salvo. . . .. . por buenas obras (Isaías 64:6; Efesios 2:9; Tito 3:5). . por tratar de guardar la ley (Romanos 3:20; Gálatas 2:16; Santiago 2:10).. . por bautismo en agua (Efesios 2:8-9; hechos 16:31).Soy salvo solamente por la gracia y la misericordia de Dios por medio de la fe (Efesios 2:4-9 y Tito 3:4-7). Fe es descargar todo mi peso en Cristo (en quién es ÉL, en lo que ÉL ha hecho y en lo que ÉL ha dicho). Nada traigo en mis manos, sólo me aferro a Tu cruz.

¿Cómo puedo saber que soy salvo?
Porque Dios no puede mentir (Tito 1:2; Hebreos 6:18) y porque Jesucristo siempre es fiel (Hebreos 13:8), con confianza y alegría acepto y descanso en las siguientes promesas de salvación: Mateo 11:28; Juan 1:12; 3:16; 3:18; 3:36; 5:24; 6:35; 6:37; 6:47; 10:9; 11:25; Hechos 10:43; 16:31; Romanos 10:9; 10:13; 1 Juan 5:11-12.¿Qué debo hacer ahora que soy salvo?
Ahora que soy un creyente en Cristo, es mi responsabilidad crecer y seguir creciendo en la gracia y en el conocimiento de mi Señor y Salvador Jesucristo (2 Pedro 3:18). Para ser un creyente sano y que crece debo:Ser bautizado en obediencia al mandamiento de Cristo (Mateo 28:19-20; Hechos 10:48; 2:38) y como un testimonio público de mi nueva vida en Cristo (2 Corintios 5:14-17; Romanos 6:3-11; Gálatas 2:20).Alimentarme diariamente de la Palabra de Dios (1 Pedro 2:2; Mateo 4:4; Salmo 119:97).Venir a Dios y venir ante Dios diariamente en oración (Hebreos 4:16; 1 Tesalonicenses 5:17; Lucas 18:1).Asistir fielmente a una iglesia que cree y enseña la Biblia (Hechos 2:42; Hebreos 10:25).Confesar mis pecados (el pensar, el actuar y el ser que no está en armonía con la Santa Persona de Dios; mi carácter y conducta que no es igual a la de Él) a Dios diariamente y estar de acuerdo con ÉL en que lo que he hecho es pecaminoso a Sus ojos (1 Juan 1:8-2:2 y ver especialmente 1 Juan 1:9; Salmo 51:3-6; Salmo 32:3-6; Proverbios 28:13).Confesar a Cristo ante los demás (Salmo 107:2; Mateo 10:32; Romanos 10:9-10). Alégrate de tenerlo a ÉL como tu Salvador.Se un fiel testigo, señalando claramente hacia Cristo con hechos y palabras (Hechos 1:8; Isaías 43:10-12). Debo atraer la atención hacia Cristo por mi manera de vivir y hablar (Filipenses 2:15-16; Colosenses 3:17; 1 Pedro 3:15; Colosenses 4:4-6).


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