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Dennis McCallum es autor de varios libros populares, incluyendo The Death of Truth (La muerte de la verdad) y Christianity: The Faith That Makes Sense (El cristianismo: la fe que tiene sentido). Tiene un M.A. en estudios religiosos de Ashland Theological Seminary y su área de investigación es la teología histórica, la historia de la iglesia y estudios del Nuevo Testamento. Como pastor principal de Xenos Christian Fellowship, de Columbus, Ohio, McCallum es un disertante frecuente sobre apologética, religión comparativa y la Biblia.
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Cuando no hay verdades absolutas ni reglas de lógica,
¿cómo defendemos el evangelio?
Un amigo mío me contó que cuando el apologista y autor cristiano, Ravi Zaccharias, visitó la ciudad de Columbus para hablar en Ohio State University, sus anfitriones lo llevaron a visitar el Wexner Center of Arts. El Wexner Center es una ciudadela de la arquitectura postmoderna. Tiene escaleras que no van a ningún lado, columnas que descienden sin tocar el suelo, vigas y galerías que van hacia todas partes, y un sistema de vigas a la vista de aspecto extraño que rodea casi todo el exterior. Como gran parte del postmodernismo, desafía todos los cánones del sentido común y todas las leyes de la racionalidad.
Zaccharias miró el edificio y ladeó la cabeza. Con una sonrisa, preguntó: "Me pregunto si habrán usado las mismas técnicas cuando pusieron el fundamento."
Su observación es muy buena. Una cosa es declarar la independencia de la realidad cuando se construye un monumento. Otra cosa es cuando tenemos que entrar en contacto con el mundo real. ¡De pronto, la razón y la ciencia tienen importancia nuevamente!
El Wexner Center es una imagen notable de las contradicciones internas dentro del postmodernismo. Para aquellos que quieran dialogar con los postmodernistas, el Wexner Center también es una oportunidad destacada. Muchas personas que aceptan las ideas postmodernas nunca se han dado cuenta que existen estas contradicciones. Por lo tanto, las contradicciones se convierten en puntos de entrada para la comunicación.
Los puntos de vista del postmodernismo sobre la así llamada creatividad y la verdad construida proveen una de las contradicciones más llamativas.
A paso de ganso en la universidad
Quienes trabajamos con estudiantes universitarios hoy nos asombramos de cuán uniformes son sus respuestas a toda pregunta sobre la religión o los valores. Siempre aparecen las mismas fórmulas relativistas, prácticamente sin ninguna diferencia-¡hasta en el orden de las palabras! Esto plantea la pregunta crucial: Si la verdad y la realidad están tan a disposición de cualquiera que todos pueden crear una nueva realidad a voluntad, ¿por qué está todo el mundo diciendo lo mismo? ¿No deberíamos estar oyendo una gran variedad de cosmovisiones e ideas? ¿Dónde está toda la diversidad? ¿Donde está toda la creatividad que se anticipaba? En vez de enfoques ampliamente diversos sobre el pensamiento, hoy vemos a los estudiantes marchando elegantemente a paso de ganso según una consigna oficial que no admite ninguna variación.
La razón por la que vemos esta conformidad es que el postmodernismo no es más que una metanarrativa totalitaria-un relato omnipresente de la realidad-justamente lo que sus proponentes más temen. Si bien se anuncia con el lema de la tolerancia, el postmodernismo no ha mostrado ninguna inclinación a tolerar ninguna desviación de su estrecha posición oficial. Los postmodernistas han demostrado exitosamente que quienes creían en absolutos décadas y siglos atrás a menudo no fueron tolerantes. Lo que no han demostrado es que sean tolerantes quienes niegan los absolutos.
El paisaje hoy no se está volviendo más tolerante. Los postmodernistas toleran sólo ciertos puntos de vista y grupos. Otros están experimentando el rechazo, el juicio y aún actitudes compulsivas en manos de pensadores supuestamente inclusivos. Hay algunos códigos de lenguaje y de vestimenta que están apareciendo en las universidades hoy que son aún más dominantes que los de las universidades fundamentalistas extremas.
Considere, por ejemplo, estas reglas de "University of Michigan Policy on Discrimination and Discriminatory Harassment" (Política de la Universidad de Michigan sobre la discriminación y el acoso discriminatorio). Según esta política, los estudiantes son pasibles de disciplina, incluyendo la posible expulsión de la universidad, por:
Todo comportamiento, verbal o físico, que estigmatice o haga víctima a un individuo basándose en su raza, origen étnico, religión, sexo, orientación sexual, credo, origen nacional, ascendencia, edad, estado marital, discapacidad, o relación con la era de Vietnam y que . . . cree un entorno intimidador, hostil o denigrante para los objetivos educacionales . . . o la participación en actividades extracurriculares.
La guía de interpretación que la acompaña explica:
Uno es un acosador cuando . . .
Excluye a alguien de un grupo de estudio porque esa persona es de una raza, sexo u origen étnico diferente del suyo;
Hace chistes acerca de homosexuales y lesbianas;
Su organización estudiantil auspicia un espectáculo que incluye un cómico que se burla de los hispánicos;
Se ríe de un chiste sobre alguien que tartamudea;
Hace un comentario despreciativo sobre la apariencia física, orientación sexual, origen cultural o creencia religiosa de una persona o grupo específico;
Un estudiante varón hace comentarios en la clase como: "Las mujeres simplemente no son tan buenas en este campo como los hombres," creando así una atmósfera de aprendizaje hostil para las compañeras femeninas. [1]
Imagínelo. ¡Ahora tenemos grupos acerca de los cuales no se permite a nadie hacer un chiste! Peor aún, ¡uno puede ser detenido no sólo por contar un chiste sino por reírse de un chiste! Y están hablando en serio. El artículo que detalla estos códigos universitarios cita ejemplos de estudiantes que han sido procesados bajo estas reglas. ¡Los postmodernistas, como guardianes de los oprimidos, están preparados para seguir sus teorías de la realidad construida por el lenguaje aun al extremo radical de controlar cuándo se puede reír la gente! Orwell mismo estaría escandalizado.
Un estudiante de la Universidad de Michigan presentó una demanda para defender su derecho de informar sus hallazgos de laboratorio que involucraban diferencias en las capacidades de los hombres y las mujeres. No, la negación de la verdad del postmodernismo no ha dado como resultado una gran explosión de tolerancia. Ha introducido una falta de preocupación por la libertad.
La uniformidad de la cultura postmoderna deja a los cristianos bíblicos con una sensación de quedarse a un costado. Nos encontramos diciendo algo muy diferente de las demás personas, y encontramos que somos los únicos que estamos diciendo esto.
Comunicación transcultural
Al comunicarnos con los postmodernistas, o quienes están influenciados por el cambio postmoderno, nosotros como evangélicos tenemos las respuestas seguras que la gente necesita. Pero estamos a una mayor distancia de aquellos con quienes nos comunicamos que hace treinta años. En ese tiempo, los supuestos judeo-cristianos básicos aún eran comunes en la cultura secular. Para salvar la brecha hoy, necesitamos introducir pasos adicionales en el proceso de comunicación. No es imposible comunicarnos con la cultura postmoderna; sólo es más difícil.
Suponga que un aldeano de otro país estuviera hablando conmigo acerca de cómo podríamos librarnos de los gusanos-demonios del bosque que están haciendo orificios en los dientes de las personas. Algunos aldeanos están a favor de una ceremonia inmediata con un sacrificio, pero esta persona podría tratar de convencerme de que esto ha sido intentado antes. Él piensa que deberíamos trasladar la aldea a un nuevo lugar donde haya menos demonios. En algún punto tal vez lo interrumpiría diciéndolo: "Perdón," levantando la mano, "tenemos un problema aquí. ¡No puedo darle mi punto de vista sobre cómo librarnos de los demonios porque no creo que existan!"
La brecha entre el punto de partida del aldeano y mi punto de partida es demasiado grande como para poder hablar de medidas contra los demonios. Sin embargo, esta analogía se queda corta. La distancia entre nosotros y los pensadores postmodernos es mucho más grande que la que hay entre el aldeano y yo. Como cristianos, no sólo tenemos creencias diferentes a la de los pensadores postmodernos sino que nuestras perspectivas son automáticamente ofensivas entre nosotros.
A fin de comprender la dificultad de nuestra tarea, necesitamos una analogía diferente. Suponga que vivo en la región noroeste, sobre el Pacífico. Soy un ambientalista fervoroso, y voy a la casa de mi vecino para pedirle que firme una petición para salvar a los árboles. Camino a su casa, encuentro que él viene hacia mi casa. Él trabaja para una compañía forestal, ¡y quiere que firme su petición para fortalecer el puente sobre un arroyo cercano, para que puedan usar camiones más grandes y así aumentar la producción de madera cortando algunos árboles que son demasiado gruesos para sus camiones actuales! ¿Qué probabilidad hay de que algunos de nosotros firme la petición del otro? Estas posiciones son peor que antitéticas. Son mutuamente ofensivas.
De igual forma, cuando argumentamos a favor de la verdad absoluta y una ética objetiva universal-sin mencionar las afirmaciones exclusivas de Cristo-ofendemos a nuestros oyentes postmodernos profundamente. ¡No es de extrañar que algunos evangélicos se ven tentados a sacrificar sutilmente la verdad buscando un terreno común en el área de la experiencia! ¡No es de extrañar que hay otros que están dispuestos a descartar toda una generación y construir fortalezas para esconderse de ella!
Como salvar la brecha
De nuevo, el dilema de comunicación aquí no es irremediable. Sólo es más exigente que todo lo que los cristianos occidentales han tenido que enfrentar. Los misioneros saben que el éxito en la comunicación transcultural exige paciencia y cuidado con relación a la forma de enfocar cada discusión. Los comunicadores descuidados raramente tienen éxito en un contexto transcultural, y son una amenaza para otros cristianos mientras ofenden alegremente a las personas en el nombre de Cristo.
Los expertos en misiones están bien conscientes de la necesidad de una investigación cuidadosa, un desarrollo paciente de relaciones dentro de la comunidad, y la fluidez en el idioma local, incluyendo la capacidad de entregar el evangelio en la jerga local. Si esperamos tener éxito al testificar a las personas postmodernas, incluyendo nuestros propios hijos y sus amigos, necesitamos entender la perspectiva postmoderna.
El optimismo vive
Junto con nuestros problemas en la comunicación hoy, también tenemos buenas razones para el optimismo. He aquí sólo una lista parcial:
Una casa dividida-Jesús advirtió que una casa dividida no puede permanecer. Hoy, la casa de Satanás está dividida. Los modernistas y postmodernistas se combaten mutuamente en la cultura, el gobierno y las universidades. La nueva fuerza en la sociedad-el postmodernismo-no está más cerca del cristianismo que nuestro viejo adversario, el modernismo. Pero tal vez su lucha interna significa una oportunidad para nosotros.
El nihilismo postmodernista-Como señala el Dr. Jim Fidelibus, un psicólogo cristiano, no hay ninguna cosmovisión que tenga más probabilidades de causar depresión y desesperanza que el nihilismo ("nadismo," la creencia de que nada importa) moderno. Es probable que veamos un rebote desde los extremos postmodernos a medida que la sociedad reconoce la necesidad de normas de algún tipo. Sin embargo, esta posibilidad contiene peligros propios. Cuando Alemania reaccionó a la anarquía moral del período Weimar, el resultado fue Hitler. Hoy, percibimos un clamor por un orden social y por normas morales, pero a menudo este clamor es por una nueva moral secular basada en fundamentos utilitarios. Los líderes cristianos son ingenuos cuando acogen al autoritarismo sin Cristo. En el lado positivo, ¿no podrá la búsqueda de normas abrir puertas para el testimonio cristiano de forma similar a lo que ocurrió en la ex Unión Soviética?
El poder de Dios-Dios declara que sus atributos invisibles y su naturaleza invisible "les es manifiesto" (Romanos 1:19). También predijo que el Espíritu Santo convencería el mundo de su necesidad de Cristo (Juan 16:8-11). En otras palabras, las personas saben en su corazón que la verdad existe, que están separadas de su Creador, y que necesitan una conversión personal. Por lo tanto, al preparar Dios el camino experimentaremos más éxito del que podríamos esperar. (Por supuesto, el mismo pasaje advierte que hay personas que "detienen con injusticia la verdad.") Un leñador o un ambientalista tendría suerte si ganara al otro una vez entre mil. Pero nosotros tendremos muchos mejores resultados si avanzamos con cuidado y con oración. El postmodernismo es una fortaleza que se levanta contra el conocimiento de Dios (2 Corintios 10:5). Pero estamos plenamente equipados para vencer este tipo de fortaleza con la verdad.
La soledad postmoderna-Jesús dijo: "Alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en el cielo" (Mateo 5:16). Entre nuestras "buenas obras" más poderosas en la situación actual está nuestra capacidad de amarnos unos a otros como Cristo nos amó a nosotros. En su esencia, la cultura postmoderna es profundamente solitaria. Cuando las personas reemplazan la posibilidad de un amor de tipo servicial por los valores huecos del "respeto" y la "tolerancia," el resultado es una distancia interpersonal. Quedan envueltos en evitar declaraciones "prohibidas," en evitar el desacuerdo con los puntos de vista del otro, y en defender sus propios derechos. Los cristianos están libres de estas preocupaciones bajo la seguridad de la autoridad y el amor de Dios. Podemos construir relaciones reales y una comunidad que el mundo secular sólo puede envidiar. Muchos postmodernistas han sido ganados a Cristo después de contemplar cómo un grupo de cristianos comparte el amor de Cristo entre sí.
Detallar como testificar a los postmodernistas es demasiado largo para cubrir aquí. Sin embargo, voy a sugerir algunas estrategias prometedoras para que los cristianos exploren al compartir a Cristo en una cultura postmoderna. Como introducción a mi argumento, sugiero los siguientes pasos:
Descubrir y entender los presupuestos de las personas
Clarificar esto presupuestos en las mentes de los oyentes
Mover cuidadosamente a nuestros oyentes hacia el punto de tensión
Brindar la alternativa cristiana cuando vemos que se está formando una nueva receptividad
Descubrir presupuestos
Cuando hablamos a la gente en nuestra cultura postmoderna, encontramos que pocos entienden plenamente el fundamento de los puntos de vista que han adoptado. Por lo tanto, el primer paso para la comunicación eficaz suele ser ayudar a las personas a entender sus propios puntos de vista además de algunos de los problemas inherentes en esos puntos de vista.
Algunos grupos en nuestra iglesia han usado un formato de discusión para extraer los presupuestos postmodernos. Compartimos este modelo-lo que llamamos Conversación y Cocina (Conversation & Cuisine)-no porque pensemos que sea la única forma de comunicarnos con la cultura postmoderna, sino porque ilustra los tipos de nuevos enfoques que necesitamos desarrollar.
En un evento de Conversación y Cocina, un grupo cristiano se reúne en una casa con sus amigos no cristianos para un grupo de discusión después de la cena. Se les asegura a los invitados que todos los puntos de vista son bienvenidos, y que no es una reunión de iglesia. Después de comer, el tema de discusión podría ser "Juzgar o no juzgar." El facilitador de la discusión presenta pares de situaciones que involucran distintos tipos de juicios, y el grupo discute si se sentiría cómodo emitiendo un juicio en esa situación.
Por ejemplo:
Escena 1:
Su compañero de trabajo blanco está ayudando a una compañera americana-africana a solucionar un problema en la base de datos de la computadora. Usted escucha al blanco llamar a la americana-africana, en su frustración, "negra tonta." Ella levanta la vista con dolor en su rostro. Usted denuncia al trabajador blanco por prejuicio y por lastimar los sentimientos de otra persona.
Juzgar a su compañero de trabajo blanco está: Bien o Mal
Escena 2:
Su otra amiga en el trabajo anuncia que se va a divorciar. Se ha enamorado de otro hombre, y si bien tiene dos hijos le ha dicho a su esposo que "no puede seguir viviendo una mentira." Su esposo y sus hijos están destrozados, pero ella siente que debe ser fiel a sí misma. Usted la acusa de egoísmo, de deslealtad y de estar dispuesta a lastimar los sentimientos de otros.
Juzgar a su amiga está: Bien o Mal
Ambos juicios involucran a alguien que tiene sentimientos lastimados a través de las acciones de otra persona. Pero la mayoría de los pensadores influidos por el postmodernismo están más dispuestos a aceptar el juicio en la Escena 1 que en la Escena 2. Si bien hay varios puntos válidos que las personas podrían plantear, como el hecho que no sabemos cómo era el esposo de la adúltera-el efecto principal de poner los casos juntos es crear una confusión.
A esta altura, el facilitador plantea una pregunta interesante: "¿Cómo habrían contestado las personas sobre este par de situaciones hace treinta años?" La mayoría concuerda que el juicio en la escena 2 habría sido hecho sin titubear dos o tres décadas atrás. Y si bien la gente treinta años atrás podrían haber resentido el epíteto racial de la escena 1, podrían haber concluido que los rótulos no eran tan importantes para ellos. Hoy, la mayoría de las personas del mundo secular cree que el crimen en la escena 1 es moralmente mucho peor que en la escena 2, si es que la escena 2 representa algo que está mal-exactamente lo contrario de lo que el mismo grupo habría concluido hace treinta años.
¿Por qué hay existe esta diferencia entre hoy y treinta años atrás? La escena 2 ciertamente es mucho más aceptable socialmente hoy, aun cuando el daño de una familia destruida pueda ser mucho mayor que el verdadero daño por decir algo malo. Por supuesto, el racismo no es de ninguna forma un problema menor, sea hoy o treinta años atrás. El propósito de la discusión no es promover el racismo sino descubrir presupuestos. Cuando los invitados postmodernos comienzan a sugerir que el cambio de treinta años atrás a hoy es el resultado de que la moral es el producto de paradigmas culturales, planteamos esta pregunta: "¿Entonces estamos sugiriendo que decir "negra tonta" estaba bien treinta años atrás? ¿O estaba mal, pero la gente sólo pensaba que estaba bien?"
Esta pregunta hace que los pensadores postmodernos entren en confusión. Si dicen que en realidad estaba bien llamar a alguien con un mote racial, aprueban el racismo del pasado. Pero si dicen que las personas sólo pensaban que estaba bien, sugieren que existe un patrón universal del bien y del mal-uno que las personas de treinta años atrás pueden haber pasado por alto, pero que hoy conocemos. Cualquiera de las dos posiciones contradice los supuestos centrales del postmodernismo.
Al luchar con estas contradicciones internas en un entorno de aceptación, las personas influidas por el postmodernismo se dan cuenta que están dispuestos a emitir juicios. Sin embargo, están perplejos ante sus propias reglas silenciosas que rigen el juicio. Los modernistas tienen problemas aquí también. No tienen ninguna base más sólida para los juicios morales que los postmodernistas, ni tampoco pueden explicar por qué sostienen puntos de vista morales ahora o por qué los sostuvieron en el pasado. Debajo de todo la cuestión está la necesidad obvia de una autoridad moral.
Cómo guiar a otros al descubrimiento
Por supuesto, no queremos meramente dejar a las personas confundidas. Creamos confusión a fin de derretir el dogmatismo del pensamiento postmoderno. El paso siguiente es empujar suavemente a los pensadores postmodernos a darse cuenta del resultado lógico de sus presupuestos. De nuevo, un ejemplo puede ayudarnos ver una forma en que puede hacerse esto. El mismo grupo que habla sobre los juicios analiza otra escena:
Usted visita una tribu africana durante el rito de circuncisión femenina y contempla cómo una adolescente recibe una clitorectomía. Cuando se queja al guía turístico, le señala que sus valores eurocéntricos están interfiriendo con su juicio.
Juzgar el rito tribal está: Bien o Mal
Esta escena plantea contradicciones más complicadas para el pensador postmoderno. La circuncisión femenina es una manifestación de misoginia y del control de las mujeres. El procedimiento garantiza que las mujeres jamás experimentarán un orgasmo, y por lo tanto no tendrán placer en el sexo. En palabras de un apologista africano, esta práctica "libera a las mujeres de su cautividad a la lujuria para que encuentren su verdadera identidad como madres." Las niñas pueden opinar poco y nada sobre este tema. Visto objetivamente, esta práctica es una violación salvaje y brutal de las mujeres, como han señalado correctamente las feministas.
Pero hay un problema. La circuncisión femenina es también un rito de pasaje inmemorable de otra cultura-en una cultura oprimida, no occidental y no blanca, de hecho. Por lo tanto, está vedado al juicio postmoderno de cualquier tipo. En grupos culturalmente postmodernos, a menudo encontramos quienes están de acuerdo con el guía turístico. Sienten que no pueden juzgar esta situación porque no tenemos ningún contexto desde donde verla fuera de nuestra propia realidad cultural. Alguien podría sugerir que no podemos forzar nuestro punto de vista sobre ellos, pero este es un punto diferente. La cuestión no es cómo cambiar su cultura-por la fuerza o por persuasión-sino si deberíamos siquiera intentarlo. Algunos pensadores influidos por el postmodernismo están confusos en cuanto a este dilema, en tanto que los postmodernistas más militantes son claros: no podemos juzgar su realidad social. Por supuesto, aprobar las clitorectomías pone nerviosas a las mujeres del grupo.
Pero no los liberamos tan fácilmente. Suponga que consideramos a Nueva Guinea, donde por siglos las tribus han cazado a miembros de otras tribus y han tomado sus cabezas como tótemes, talismanes o fetiches. Hoy, bajo la influencia de la cultura colonial occidental, el gobierno de Nueva Guinea ha proscrito la caza de cabezas. ¿Están de acuerdo los participantes de la discusión con esta decisión o no? Más confusión. Los postmodernistas militantes se ponen firmes: "¿Cómo podemos juzgar una práctica que ha estado vigente por cientos de años, y para colmo es una práctica religiosa?" "¿Quiénes nos creemos nosotros para juzgar su cultura, cuando tenemos los males a, b y c en nuestra propia cultura?"
Su punto es bueno. Lo que solemos hacer es mostrar que simplemente están repitiendo una verdad señalada dos décadas atrás por Francis Schaeffer: "Si no hay ningún absoluto por el cual juzgar al estado [o, en este caso, la cultura], entonces el estado [la cultura] es el absoluto." Tenemos que aceptar que nosotros no podemos juzgar sucesos en otra cultura sin la existencia de un absoluto moral que se aplique a todas las culturas, sea que se lo reconozca o no. Cuando establecemos este punto, la posición de los postmodernistas puede endurecerse o puede comenzar a ablandarse.
Finalmente, estamos listos para considerar un ejemplo más: ¿Y qué pasa con la Alemania de Hitler? Tenían una rica cultura de antisemitismo, incluyendo la matanza de judíos, que tenía muchos siglos de historia. ¿Estuvimos mal en juzgar a la cultura nazi interviniendo militarmente para detener lo que considerábamos una opresión?
Ahora estamos realmente confusos. En una discusión, un postmodernista habló después de un breve silencio para decir que esto era diferente porque era nuestra propia cultura-nosotros también somos europeos.
"Entonces, si fuera en India o en China, ¿no tendríamos ningún problema con esto?" pregunté.
Asintió de mal grado-fiel y dogmático hasta el final mismo.
Los otros en la sala estaban gimiendo a esta altura. Tal vez no podamos ganar a los postmodernistas más militantes, pero la mayoría de las personas siguen los ideales postmodernos como hacen con las modas. No están comprometidos profundamente con el programa postmoderno, y reconsiderarán su posición si encuentran que sus presupuestos fallan la prueba. En este caso, mi rival postmoderno se me acercó luego y admitió que yo había descalabrado su sistema de creencias al punto que tenía que volver a considerarlo. Le di un libro sobre apologética y volvió a su casa diciendo que lo leería. Dudo que hubiera estado dispuesto a leerlo antes de la discusión.
Los tiempos en la comunicación
Por favor note que no compartimos el evangelio mismo en la discusión que describí. Lo único que les dejamos fue la sugerencia de que tal vez nuestra cultura ha descartado el concepto de juicio demasiado rápidamente y completamente. Les recordamos que necesitamos descubrir una base universal para el juicio moral-y otros tipos de juicio-si queremos tener algo para decir del mal en otras culturas diferentes de las nuestras. Y señalamos que, como cristianos, creemos tener respuestas en este área.
Si los invitados de esa discusión vuelven a sus casas revaluando sus posiciones, nuestra tarea pre-evangelística ha sido completada y es exitosa por el momento. Si mantenemos relaciones con estas personas, podemos hacer un seguimiento de nuestras primeras conversaciones. Una vez que el pensamiento de la gente ha sido derretido-a aun sacudido-fuera de sus patrones totalitarios postmodernos, tendrán una nueva receptividad ante el evangelio y al material apologético. Comenzarán a considerar seriamente nuestros conceptos, examinando la validez racional de nuestros argumentos y la consistencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Si hemos incorporado los demás elementos del evangelismo exitoso-incluyendo los componentes subjetivos y relacionales-nos irá bien con muchos de estos oyentes.
Usamos varios temas como base de nuestras discusiones de Conversación y Cocina en nuestra iglesia. Estos son algunos ejemplos de temas relevantes e interesantes donde abundan las contradicciones postmodernas:
El medio ambiente
La familia en la cultura moderna
La ética social
La existencia y la naturaleza de Dios
El perdón en las relaciones
La ética en el lugar de trabajo
Cómo tratar con sentimientos de culpa
La ética médica
La educación
Las causas del crimen urbano
¿Qué es el amor?
Diferentes puntos de vista acerca de la vida después de la muerte
La ética de la riqueza
Los derechos de los animales y la responsabilidad humana
Temas de actualidad, como el juicio de O. J. Simpson o de Rodney King
De nuevo . . . el espacio nos impide compartir plenamente nuestra experiencia siquiera en este único ejemplo. Pero puede conseguir más información gratis sobre cómo tener eventos de Conversación y Cocina, además de otras ideas prácticas llamando a Xenos Fellowship o visitando nuestro sitio Web, los cuales aparecen al final de este artículo.
Un testimonio subjetivo legítimo
En Juan 13:34-35 y Juan 17:21-23, Jesús enseñó que la unidad y el amor que expresan los cristianos entre sí es una evidencia concluyente de la veracidad del cristianismo. El Nuevo Testamento también visualiza a los cristianos trayendo a sus amigos a Cristo mediante lo que podría considerarse un evangelismo de amistad y de relaciones (ver Juan 1:41-51, Hechos 16:30-34). Estas dos áreas sugieren que, debido a que el cristianismo es relacional, la extensión cristiana debería contener también frecuentemente un fuerte aspecto relacional. Creemos que en una cultura postmoderna, el evangelismo por amistad y la evidencia subjetiva de una comunidad cristiana afectuosa serán cada vez más importantes.
Ya hemos notado que el postmodernismo genera una profunda soledad. Cuando la gente postmoderna insiste en que la realidad de cada persona es diferente, destruye toda base de cercanía. La comunicación misma es de un valor cuestionable bajo el postmodernismo. Cuando cada opinión tiene el mismo valor, ninguna opinión tiene valor alguno. ¿El resultado? La gente no tiene nada de qué hablar. Podrá distribuirse el respeto más equitativamente, pero la definición postmoderna de respeto virtualmente exige la pérdida de cercanía. Sin ninguna base para el desacuerdo y el debate, terminamos en una apatía de indiferencia-un precio devastador para nuestro respeto aumentado.
No es de extrañar que muchas personas postmodernas sean buscadoras miserables y presionadas del placer y del significado. Los cristianos no sólo pueden explicar por qué los postmodernistas tienen problemas de relación, sino pueden mostrarles también un camino diferente. Creemos que esta es una de las áreas más eficaces del testimonio cristiano hoy. Si tenemos aunque sea un grupo pequeño de amigos dentro de una iglesia local que practica la comunión cristiana, tenemos una base a partir de la cual practicar el evangelismo. Pero recuerde: aun cuando el testimonio subjetivo del amor cristiano es importante, debería complementar la verdad del evangelio y no reemplazarla.
¿Qué es el bombardeo de amor?
Una atmósfera amorosa es el entorno ideal donde la verdad puede ser considerada con una actitud favorable. Los cristianos hacen bien en formar grupos caseros donde poder discutir la verdad en vez de simplemente declararla, como en un sermón. Sin embargo, nunca podremos hacer que alguien entre al reino de Dios "por simpatía." Los grupos que usan su conducta amorosa para eludir la verdad y la toma de decisiones son culpables de manipular a sus oyentes antes que de persuadirlos.
Cada vez que tratamos de ganar a las personas al cristianismo eludiendo sus mentes, somos culpables de la manipulación, un enfoque que los expertos en sectas llaman "bombardeo de amor." Un grupo que "bombardea con amor" hace una demostración exterior de amor a fin de atraer a los visitantes, o aún adquirir control sobre ellos. Los invitados pueden encontrar que se unieron a un grupo sin siquiera saber por qué.
Dios no trabaja así. Él puede haber derribado a Pablo camino a Damasco, pero no estamos autorizados a hacer lo mismo. Nuestra comisión es "presentar defensa de la esperanza que hay en nosotros" (1 Pedro 3:15). Debemos "anunciar las virtudes de Dios" (1 Pedro 2:9). Debemos "dar a conocer el misterio de Cristo" mientras buscamos que "nuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno" (Colosenses 4:3, 6).
Piense en el ejemplo de Pablo. Él hablaba a un mundo más o menos no racionalista, como el nuestro. Con excepciones aisladas, principalmente en las grandes ciudades griegas, el primer siglo sentía poca atracción hacia el racionalismo modernista al estilo occidental. Sin embargo, Pablo dice: "Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres" (2 Corintios 5:11a).
Los cristianos bíblicos deben sostener tanto la experiencia como la razón cuando llaman a otros a seguir a Cristo.
Navegando hacia el futuro
Al navegar los evangélicos hacia un futuro incierto, tenemos bastantes cosas que temer. Nuestros hijos estarán sujetos a un programa de adoctrinamiento social que desafiará aún a los padres más cuidadosos. Nuestras iglesias también están en medio de una batalla, tal vez en algunos casos hasta abatidas ante un mundo que parece demasiado hostil a los ideales cristianos. Las instituciones sociales probablemente continuarán propagando puntos de vista postmodernistas y modernistas contrarios al cristianismo. Las leyes y las interpretaciones de los tribunales sin duda continuarán causando problemas también.
¿Qué debe hacer la iglesia?
¡Debemos avanzar! El poder de Dios es grande. No importa cuáles sean los peligros que enfrentemos cuando encaramos activamente nuestra cultura postmoderna, los peligros de huir son aún mayores. Una vez que adoptamos una postura para la huida, la derrota está garantizada. Una iglesia a la defensiva es una iglesia sin visión. La gente de nuestra cultura hoy nos necesita más que nunca. Pero recuerde esto: Nuestra batalla no es contra sangre y carne (Efesios 6:12). No tenemos que librar una guerra contra la gente de nuestra sociedad. Ellos son las víctimas de nuestro verdadero enemigo, el Maligno. No podemos ni debemos construir comunidades-fortaleza para protegernos del postmodernismo. Sólo cuando avancemos hacia los postmodernistas en amor desarrollamos la fibra mental y espiritual que necesitamos para vivir victoriosamente para Dios.
La generación siguiente
No protegemos a nuestros hijos simplemente ocultándolos de la influencia de la ideología postmoderna. Sólo están a salvo cuando están familiarizados con los argumentos postmodernos y están preparados para contestarlos confiadamente.
Ninguno de nosotros que tenemos hijos queremos que mueran ahogados. Pero, ¿cómo podemos impedirlo? Una forma es mantenerlos alejados de todo cuerpo de agua de más de un metro. Funciona. Los niños no se ahogarán si no entran al agua. Pero, por supuesto, también podemos evitar que se ahoguen con otro método: enseñándoles a nadar. La mayoría de nosotros escoge este método. Si bien no es perfecto, funciona bastante bien y provee más libertad. Además, ¿realmente pensamos que podemos evitar que nuestros hijos caigan en agua más profunda que para chapalear durante toda su vida? Aun si pudiéramos, correríamos el riesgo de convertirlos en inadaptados sociales.
La ilustración sugiere soluciones para los problemas que enfrentan los padres en el mundo postmoderno. Dios es explícito: Él quiere evitar que sus hijos se ahoguen enseñándoles a nadar. Por una parte, el otro método-la evitación-es ineficaz. Los hijos con el tiempo van a la universidad o a una empresa y encuentran todas las cosas que quisimos evitarles. [2] ¿Estarán preparados?
Tenemos una razón final para enseñar a nadar a nuestros hijos. Jesús dijo al Padre: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" (Juan 17:15). Pablo dijo que Dios no quería que los cristianos se distanciaran de los malos de este mundo (1 Corintios 5:9, 10). La evitación cuesta a las personas perdidas del mundo la luz que necesitan tan desesperadamente.
En resumen
Debido a la pérdida de las bases juedo-cristianas de nuestra sociedad, los evangélicos y la cultura están a una mayor distancia entre sí que en décadas anteriores. El surgimiento del postmodernismo exige la comunicación transcultural, que es más exigente, requiere de más tiempo y es más molesto para nuestra carne, pero no imposible.
Nuestras razones para tener optimismo incluyen el poder de Dios, la soledad de la cultura postmoderna, el nihilismo postmoderno y el vacío de verdad.
Al descubrir los presupuesto de otros y conducirlos suavemente a descubrir los problemas que tienen sus propios puntos de vista, podemos derretir el dogmatismo del consenso postmoderno y podemos crear una nueva apertura a alternativas.
Debemos estar preparados para hablar la verdad y resistir la tentación de simplemente llevar a las personas a un estado de placer mayor que el que le han brindado sus opciones postmodernas anteriores.
También podemos usar formas de testificar subjetivas efectivamente si son legítimas y están subordinadas a la verdad. En primer lugar entre estas formas está el auténtico amor cristiano.
Al avanzar para enfrentar la cultura postmoderna a través del diálogo, sabemos que tenemos el poder de Dios, la verdad y nuestro amor por las personas perdidas y necesitadas que nos sostienen. Que Dios nos permita avanzar, no con temor sino con entusiasmo por lo que tenemos para compartir.
Traducción: Alejandro Field
http://espanol.leaderu.com
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