"Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro"
2.ª Pedro 1:19

lunes, 14 de julio de 2008

El Señor Jesucristo - Su Persona

El Señor Jesucristo - Su Persona

Preguntas Frecuentes (1)

1.1 ¿Quién es Cristo? Esta pregunta (Mateo 16:15) es la más importante que usted pueda formularse jamás. El evangelio según Juan fue escrito para “que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre” (Juan 20:31). Él se hizo hombre (leer más acerca de esto en las respuestas 1.9 y 1.18) y vivió en esta tierra un poco más de treinta años. Fue declarado justo por un tribunal romano, pero sin embargo fue crucificado. Después de tres días resucitó y cuarenta días más tarde ascendió a los cielos. Él volverá otra vez, primero para tomar para sí a todos los que creyeron en Él a fin de tenerlos consigo para siempre; y luego para juzgar el mundo y establecer Su reino con poder. 1.2 ¿Cristo es hombre o Dios? Ambas cosas. Él es “Jesucristo hombre” (1.ª Timoteo 2:5) y también es “el verdadero Dios” (1.ª Juan 5:20), “Dios sobre todas las cosas bendito por los siglos” (Romanos 9:5). 1.3 ¿Hay otras referencias bíblicas que demuestren que Cristo es Dios? ¡Sí, muchas! La Biblia no deja lugar a dudas en cuanto a que Cristo es Dios. Por ejemplo, consideremos lo siguiente: Su preexistencia: • Él estaba presente (incluso lo estaba desde antes) cuando el mundo fue creado: (Génesis 1: 1,26 (pues, en este versículo dice “hagamos”), Juan 1:1, Hebreos 1:2). Y, en los tiempos del Antiguo Testamento, aparece como el “ángel del Señor” [1], léase Jueces 6: 11 al 22. (El Ángel del Señor en el Antiguo Testamento es Jesucristo antes de su encarnación; Génesis 22: 11,12; Éxodo 3: 2-6; Jueces 5: 6,9, 15-22). Sus atributos:• Es eterno (Isaías 9:6; Miqueas 5:2; Juan 8:58 etc.) • Es invariable (Malaquías 3:6: Salmo 102: 25-27; Hebreos 1:10-12) • Es omnipotente (es decir, Él es todopoderoso. Apocalipsis 1:8; Filipenses 3:21) • Es omnisciente: (es decir, Él conoce todas las cosas. Juan 2:25; 6:64; 21:17, etc.) • Es omnipresente: (es decir, Él está en todas partes. Efesios 1:23; Mateo 28:20, etc.) Otras pruebas: • Él creó todas las cosas: Juan 1:3,10; Colosenses 1:16; Hebreos 1:2. • Él preserva y sostiene todas las cosas: Hebreos 1:3; Colosenses 1:17. • Él demostró su divino poder efectuando diversos milagros, dando a otros el poder de hacer milagros (Mateo 10:1), y también por medio de milagros realizados por otras personas en Su nombre: Hechos 4:10. • Él perdona pecados: Lucas 5:24; Colosenses 3:13. • Él tenía el poder para poner su vida y para volver a tomarla: Juan 10: 17, 18 y 19:30. • Él resucitó de entre los muertos, y resucitará a los muertos: Juan 5:28, 29; 11:25. • Él da galardones a los creyentes: 2.ª Corintios 5:10. • Él recibe (y acepta) la adoración: Juan 5:23; 9:38; Lucas 24:52. • Él juzgará al mundo: Juan 5:22; Hechos 17:31; Apocalipsis 20:12. • El nombre Jehová del Antiguo Testamento equivale, en el Nuevo Testamento a Jesús. Jehová es el “primero y el último” (Isaías 41:4; 44:6, 48:12) y también lo es el Señor Jesús (Apocalipsis 1:17, 2:8, 22:13). Juan identifica a Cristo con Jehová (cfr. Juan 12: 40,41 e Isaías 6: 1-5). 1.4 ¿Y cómo puede ser que Cristo sea Dios y al mismo tiempo Hijo de Dios?Las Personas de la divinidad son tres: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cada una de ellas es Dios. • En lo que respecta al Hijo, ver las respuestas 2 y 3. • En cuanto al Padre, hay muchas referencias bíblicas que lo mencionan como el Dios y Padre (por ejemplo, Efesios 1:3). • El Espíritu Santo es eterno (Hebreos 9:14), omnipresente (Salmo 139:7) y está al mismo nivel que el Padre y el Hijo (cfr. Mateo 18:19; 2.ª Corintios 13:14; Apocalipsis 1:4). Pero aún así, no hay muchos dioses, sino que “hay un solo Dios” (1.ª Timoteo 2:5). Léase también 1.ª Corintios 8:4 y Gálatas 3:20. 1.5 ¿Qué significa la expresión «Trinidad»? Esencialmente, lo que ya hemos dicho (respuesta 4): en la Deidad hay tres Personas, pero aún así, Dios es uno. No podemos comprender cabalmente la Trinidad. Esta verdad no es dada a la razón humana a fin de cuestionarla —Dios es infinitamente superior al hombre—, sino a la fe para adorar a Dios. En la Biblia no encontramos la palabra «Trinidad»; no obstante, ¡es una verdad expresada en la Biblia ! 1.6 ¿Creen los cristianos en más de un Dios? No. Esta acusación muchas veces proviene de la ignorancia. El cristianismo es estrictamente monoteísta, es decir, está basado en la fe en un solo Dios (ver respuesta 1.4). 1.7 ¿Existen diferentes rangos en la Deidad ? No. Si alguien se refiere al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo como primera, segunda y tercera persona de la deidad, no es para establecer diferentes jerarquías, sino simplemente como una cuestión de enumeración. Por lo tanto, resulta más conveniente evitar tal manera de expresarse, a fin de evitar conceptos equivocados. 1.8 ¿Están relacionadas entre sí las personas de la Deidad ? Sí. Cristo es el Hijo del Padre. Esta relación existió desde siempre, desde los tiempos pasados, desde la eternidad. Él ya era Hijo cuando Dios lo envió (Juan 3:16; Isaías 9:6). Él ya era Hijo cuando el mundo era creado (Hebreos 1:2), y el Padre amaba al Hijo antes de que el mundo fuese hecho (Juan 17:24). 1.9 ¿Por qué es tan grave negar que el Señor Jesús es el Hijo eterno? Porque si esta verdad es negada, todo se pierde. Lo que es tan especial en el cristianismo es que su Dios es un Dios de amor. Pero, ¿cómo sabemos que Dios es un Dios de amor? Pues porque nos ha dado a su Hijo, al único que Él tenía (léase Juan 3:16, 1.ª Juan 4:9, 10, 14; compárese con Génesis 22:2 y con Marcos 12:6). Si alguien niega que Cristo era Hijo de Dios antes de su nacimiento, entonces está diciendo que Dios envió únicamente una persona, pero no a su único Hijo. Además, Dios se ha revelado en su Hijo. El Hijo reveló al Padre. Si Él no era Hijo antes de venir, entonces nosotros no hubiéramos conocido al Padre (Juan 1:18; 14: 9-11). 1.10 Cristo es Dios y hombre al mismo tiempo. ¿Puede alguien comprender esto cabalmente? No, nadie lo puede comprender en tu total magnitud. Dios es demasiado grande, nuestras mentes limitadas no pueden por sí solas comprender cosas como éstas. Sin embargo, sí podemos creer en estas verdades. “El Verbo era Dios” (Juan 1:1. El pasaje de Juan 1 se refiere al Señor como el Verbo) y “aquel Verbo fue hecho carne” (es decir, se hizo hombre: Juan 1:14). Léase también Mateo 11:27: “Nadie conoce al Hijo, sino el Padre”.

1.11 ¿Por qué es tan importante que Cristo haya sido y sea Dios y hombre a la vez?
Primeramente, porque de lo contrario Cristo no hubiera podido cumplir la obra de la redención. Él tuvo que venir a ser hombre a fin de ser capaz de morir. Y tenía que ser Dios para cumplir con la obra de redención con poder divino: “Habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo” (Hebreos 1:3; cfr. Colosenses 1:19). Además, Él debía ser Dios y hombre al mismo tiempo a fin de poder ser un mediador entre Dios y los hombres (1.º Timoteo 2:5). Un mediador es alguien que puede poner sus manos en los hombros de las personas entre las que él está mediando (léase Job 9:33 a manera de ilustración). Observemos que todas las cuestiones que tienen que ver con Cristo son importantes. Si un maestro no trae “la doctrina de Cristo” debe ser rechazado (2.ª Juan 9-11). 1.12 ¿En qué momento Cristo se hizo hombre? Cuando Él nació en Belén, hace aproximadamente 2000 años (cfr. Miqueas 5:2; Lucas 2: 4-7). Este punto en el tiempo es denominado por Dios mismo como la “plenitud del tiempo” (Gálatas 4:4 VM). El hombre había sido probado de diferentes maneras, y siempre había fracasado por completo. Entonces Dios envió a su Hijo y habló por Él (o en Él), es decir, por medio de su Hijo (Hebreos 1:1-2). 1.13 ¿El Señor dejó de ser Dios cuando se hizo hombre? No. Él siempre fue, es y será Dios. Esto es axiomático. Dios es eterno y no puede dejar de ser Dios (Colosenses 1:19 y 2: 9). 1.14

¿Cristo dejará alguna vez de ser hombre?
No. Él resucitó de entre los muertos (1.ª Corintios 15) y ascendió a los cielos donde ahora está como Hombre glorificado. Esto es sumamente importante, pues Él es ahora nuestro Sumo Sacerdote; alguien que fue y es Hombre, y sabe lo que es ser probado y tentado en esta tierra —excepto que Él no tuvo ni tiene una naturaleza pecaminosa. Él puede simpatizar con nosotros y orar por nuestras vidas. Cuando Cristo aparezca en todo su poder (cfr. respuesta 4.14 y 4.15), seguirá siendo el Hijo del Hombre (Mateo 24: 30; 26:64). 1.15 ¿Tenía Cristo alma, espíritu y cuerpo humanos? Sí. Él era un hombre real, y un hombre está compuesto de cuerpo, alma y espíritu (1.ª Tesalonicenses 5:23). En cuanto al cuerpo del Señor, está escrito: “Me preparaste cuerpo” (Hebreos 10:5). Lo cual también nos habla acerca de la plenitud de Dios que habita en Él corporalmente. Además, los evangelios refieren hechos que solamente el Señor pudo experimentar por el hecho de tener un cuerpo absolutamente humano. Léase Juan 4:6. En relación con su espíritu, leemos: “Se estremeció en espíritu, y se conmovió” (Juan 11:33). Seguramente, no se refiere al Espíritu Santo, sino al espíritu humano del Señor. Hallamos una mención de su alma en Juan 12:27: “Ahora está turbada mi alma”. ¡Qué hermoso es contemplar por medio de estas bellas expresiones la perfecta humanidad del Señor!

1.16 ¿Fue un hombre como nosotros?
Sí, excepto por el pecado. Todos los descendientes de Adán (todos los hombres, mujeres y niños vivos en este momento) tienen una naturaleza pecaminosa (Romanos 5). Pero, el Señor no tenía tal naturaleza pecaminosa. Él fue “tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (Hebreos 4:15). Observemos con atención lo siguiente: Cristo no cometió ninguna acción pecaminosa: “El cual no hizo pecado” (1.ª Pedro 2:22). Cristo no conoció pecado: “Que no conoció pecado” (2.ª Corintios 5:21). En Cristo no había pecado (es decir, una naturaleza pecaminosa), por lo tanto Él no podía pecar (1.ª Juan 3: 5, 9). 1.17 Si Cristo no podía pecar, ¿por qué fue tentado? Los evangelios nos enseñan que Cristo fue tentado por el diablo (es decir, Satanás: Marcos 1:13). Esto significa que Satanás le presentaba tentaciones a Cristo, pero que en Él no había nada que quisiera responder a ellas. Esto es lo que marca la diferencia. Todos nosotros tenemos la inclinación a responder a las tentaciones de Satanás, a los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida (1.ª Juan 2:16), porque tenemos la carne, la naturaleza pecaminosa, lo cual no sucedía con Cristo. Él debía ser tentado, pero no para probar si podía pecar, sino para demostrar que no podía hacerlo.

1.18 ¿Fue José su padre biológico?
No. Cristo no tuvo un padre humano. El arcángel Gabriel le había dicho a María: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”(Lucas 1:35). Un detalle muy interesante: el hombre que escribió este evangelio fue un médico (Colosenses 4:14). Lo relatado en el evangelio de Mateo confirma todo esto. Cuando José se enteró de que María esperaba un niño, quiso dejarla secretamente. Pero un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo que no lo hiciera, que no tuviera temor, porque “lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es” (1:20). ¿Quién podría decirlo de una manera más clara? Cualquier sombra de duda desaparece con las palabras que afirman que José “no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús” (1:25; 1:19). 1.19 ¿Fue María su madre biológica? Sí. La primera profecía acerca del Señor se refiere a Él como “la simiente de la mujer” (Génesis 3:15). Pablo afirmaba que uno de los privilegios de los israelitas era que de ellos “son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo” (Romanos 9:5). Además, leemos en Juan 7:42: “¿No dice la Escritura que (el Cristo era) del linaje de David? Otra afirmación importante es la de Romanos 1:3, donde dice que Cristo “era del linaje de David según la carne”. Léase también 2.ª Timoteo 2:8. 1.20 ¿Tiene María un lugar especial? Y si es así, ¿cuál es? Si, claro que María tiene un lugar especial. Gabriel le había dicho: “bendita tú entre las mujeres” (Lucas 1:28), y Elisabet, poco tiempo después, llena del Espíritu Santo, le repite las mismas palabras (v. 42). Verdaderamente era un inmenso privilegio ser la madre natural de Jesucristo hombre. Sin embargo, los hombres sabios habían venido del oriente a Jerusalén porque ellos habían divisado algo, según nos relata Mateo 2: “Su estrella (no la estrella de su madre) hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle (no a adorar a su madre)” (v. 2). Ellos habían sido guiados por la estrella que “iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño (no donde estaba su madre)” (v.9). De manera muy particular, ellos entonces dicen que “vieron al niño con su madre (no a la madre con el niño), y postrándose, lo adoraron (no la adoraron)” (v. 11). Léase también lo que el Señor expresa a María en Juan 2:4 y Sus palabras en cuanto a su relación con ella en Marcos 3:31-35. Aquellos que tienen un concepto excesivamente alto de María, harían bien en escuchar su propia advertencia: “Haced todo lo que (Jesús) os dijere” (Juan 2:5). Las palabras que el Señor le dijo a Juan, “He ahí tu madre” (Juan 19:27) y el hecho de que, a partir de esta hora, Juan la recibiera en su casa, muestra que María no tenía poderes sobrenaturales, sino que necesitaba que alguien cuidara de ella. María no habría llamado a Dios “mi Señor” (Lucas 1:47), si hubiera nacido sin pecado y hubiera sido la madre de Dios, como algunos reclaman. Cuando una mujer le dijo al Señor que su madre era “bendita” (“Bienaventurado el vientre que te trajo…” Lucas 11:27), él le respondió: “Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios…” (v. 28). Finalmente, en Hechos 1:14, María es mencionada como una de las mujeres que continuaban junto a los discípulos en oración. No se le atribuye aquí ningún rol en especial. En resumen: María tiene un lugar muy especial, pero de privilegio , no de autoridad o poder . Elevar oraciones a María es simplemente idolatría. La adoración sólo pertenece a Dios. [1] (El Ángel del Señor en el Antiguo Testamento es Jesucristo antes de su encarnación; Génesis 22: 11,12; Éxodo 3: 2-6; Jueces 5: 6,9, 15-22).

Michael Hardt

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